Esta es una larga historia de amor y odio entre los Macarons (con mayúscula, porque algo tan pequeño pero tan costoso hay que escribirlo con mayúscula...) y yo. Recuerdo que todo comenzó cuando ojeando diferentes blogs de cocina y repostería, aparecieron ante mí unos pastelillos redondos, de colores, unidos entre sí con diferentes rellenos también de diferentes tonos. Empecé a "investigar" y descubrí dos cosas: su nombre (que no sé pronunciar, confieso que lo leo tal cuál) y que costaba mucho hacerlos bien.
Poco a poco fui recogiendo más datos: sus ingredientes, sus diferentes rellenos, su origen y cientos de trucos de recetas que según sus autores eran infalibles. Así que, con la osadía que te da la ignorancia, pensando que no podía ser tan complicado, un día me "arremangué" y me puse manos a la obra. Recuerdo que los teñí de rojo con mis recién estrenados colorantes en gel de Americolor, traídos del otro lado del charco, así que, con semejante y tan exótica materia prima, nada podría salir mal. Hice la receta, me peleé con la manga pastelera y aunque ya en la bandeja se desparramaban un poco y la forma redondeada era puro espejismo (¿os he dicho ya qué la ignorancia es peligrosa?) los lancé al horno y como buena curiosa me senté, literalmente, en el suelo enfrente del horno para ver qué pasaba.
Pues pasó que ante mi asombro se les fue formando el famoso "pié" del que todo el mundo hablaba y, aunque redondos, redondos no eran, desde fuera del horno se parecían bastante a lo que se veía en los blogs. "¿Ves?"- pensaba yo-"Tampoco es tan, tan complicado" (¿os he hablado de la ignorancia?).
Contenta como aquel que sin esfuerzo consigue algo a la primera, saqué la bandeja del horno y metí la siguiente. Repetí la operación de sentarme en el suelo, mientras, siguiendo las reglas del juego, dejé mis flamantes Macarons con "pié" enfriar para que no hubiera problema a la hora de despegarlos del papel de horno.
Y aquí se empezó a mascar la tragedia. Los Macarons de la segunda bandeja se cuartearon como la tierra seca, ni "pié", ni forma casi-redonda, ni nada de nada. Así que, los dejé abandonados por feos y me centré en mi primera bandeja, tan perfecta ella...
Como ya estaban fríos, me lancé a "despegarlos sin problemas", sólo que ellos se empeñaban en aferrarse a la bandeja como si fueran de velcro. Pero aquí no acabaron los disgustos. La mitad de ellos dejaron su "pié" en la bandeja, la otra mitad los conseguí separar casi enteros. ¿Pero... no me habían salido bien?.
Y llegó el momento de la verdad, agarré uno de los Macarons casi enteros y le pegué un mordisco. Ya lo he comentado antes, pero estos primeros Macarons tenían vocación de velcro. Nada más morderlo se me pegó al paladar, cuando conseguí despegarlo, intenté marticarlo pero estaba tan chicloso que casi se podían hacer globos con la masa. ¿Pero... no me habían salido bien? Chiclosos, cuarteados, pegados a la bandeja, huecos por dentro... Ahí empecé a creer de verdad que la cosa no era tan fácil.
Mi segundo y tercer intento con diferentes recetas también acabaron en fracasos, a ver si os suena: chiclosos, cuarteados, pegados a la bandeja, huecos por dentro... Hasta empecé a creer que en realidad eran así, que tenían que quedar huecos y chiclosos y que eran un dulce no apto para mi paladar, a fin de cuentas, yo nunca había probado un Macaron...
Pero llegó ELLA, ISABEL de ALITER DULCIA y LA RECETA, en la que sigue las pautas que SARA, de LAS RECETAS DE SARA, nos dá en su blog para hacer Macarons. No voy a repetir la receta porque Isabel y Sara lo explican genial, prefiero dejar los enlaces:
MACARONS PASO A PASO DE LAS RECETAS DE SARA
Es una receta un poco más larga que las tres primeras que utilicé, pero os aseguro que salen como los de las fotos. Merece la pena probarla, el éxito está asegurado, y los Macarons quedan riquísimos, con la superficie crujiente, el interior jugoso y con un aspecto muy bonito (aunque la superficie de los míos está un poco rugosa, tendré que practicar más).
Elaboración:
Para hacer los Macarons seguir al pie de la letra la receta de los enlaces (Aliter Dulcia y Las recetas de Sara).
Elaboración del relleno:
Ingredientes:
150 gr. de Philadelphia con chocolate Milka
25 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
1. Bate los dos tipos de queso hasta que adquieran una consistencia cremosa.
2. Introduce la mezcla de quesos en una manga pastelera con boquilla y deja enfriar en el frigorífico durante 1 hora.
3. Cuando la crema se haya endurecido rellena los Macarons y únelos de dos en dos. Guárdalos en el frigo hasta el momento de consumirlos.
Notas:
El colorante hay que añadirlo como dice la receta al final, cuando la masa está formada. Yo he utilizado una gota de colorante en gel Americolor, Super Red.
El relleno es muy poco dulce, prevalece el sabor a queso. Personalmente me ha gustado mucho, contrasta con el dulzor de la masa de los Macarons, pero se puede añadir a la mezcla de quesos azúcar glass al gusto.
Al final me vine arriba con la receta y probé a hacer unos cuantos Macarons con forma de Mickey Mouse. Sólo llegó uno a la sesión de fotos, pero con esta receta todoterreno se pueden hacer un montón de formas, es cuestión de imaginar...
Gracias Isabel y Sara por compartir vuestros trucos, sin ellos seguiría pensando que los Macarons son chiclosos y con vocación de velcro. Un saludo. Cris G.
Es una receta un poco más larga que las tres primeras que utilicé, pero os aseguro que salen como los de las fotos. Merece la pena probarla, el éxito está asegurado, y los Macarons quedan riquísimos, con la superficie crujiente, el interior jugoso y con un aspecto muy bonito (aunque la superficie de los míos está un poco rugosa, tendré que practicar más).
Macarons
Elaboración:
Para hacer los Macarons seguir al pie de la letra la receta de los enlaces (Aliter Dulcia y Las recetas de Sara).
Elaboración del relleno:
Ingredientes:
150 gr. de Philadelphia con chocolate Milka
25 gr. de queso crema (tipo Philadelphia)
1. Bate los dos tipos de queso hasta que adquieran una consistencia cremosa.
2. Introduce la mezcla de quesos en una manga pastelera con boquilla y deja enfriar en el frigorífico durante 1 hora.
3. Cuando la crema se haya endurecido rellena los Macarons y únelos de dos en dos. Guárdalos en el frigo hasta el momento de consumirlos.
Notas:
El colorante hay que añadirlo como dice la receta al final, cuando la masa está formada. Yo he utilizado una gota de colorante en gel Americolor, Super Red.
El relleno es muy poco dulce, prevalece el sabor a queso. Personalmente me ha gustado mucho, contrasta con el dulzor de la masa de los Macarons, pero se puede añadir a la mezcla de quesos azúcar glass al gusto.
Al final me vine arriba con la receta y probé a hacer unos cuantos Macarons con forma de Mickey Mouse. Sólo llegó uno a la sesión de fotos, pero con esta receta todoterreno se pueden hacer un montón de formas, es cuestión de imaginar...
Gracias Isabel y Sara por compartir vuestros trucos, sin ellos seguiría pensando que los Macarons son chiclosos y con vocación de velcro. Un saludo. Cris G.